El Cementerio de las Pesadillas
Pasaje del Terror
Cuando los vivos duermen, las puertas del cementerio se abren en silencio.
Allí llegan las almas soñadoras, arrastradas por la oscuridad sin saber que ya no están soñando.
Las pesadillas despiertan, acechando entre la niebla, hambrientas de miedo y condena.
En ese lugar, el tiempo se detiene y el eco de los gritos se mezcla con el viento helado.
Cada sombra oculta una historia, cada tumba guarda un nombre que una vez fue pronunciado con amor…
y que ahora solo se recuerda en susurros.
Los que entran son perseguidos por visiones que cobran vida, atrapados en su propio terror.
Algunos intentan huir, otros se resignan… pero ninguno despierta igual.
Porque en este lugar, las pesadillas no terminan al abrir los ojos.
Ellas te siguen, te observan… y esperan el momento de arrastrarte de nuevo.
El Cementerio de las Pesadillas no es un sueño…
es el final de todos ellos.

